La mejor experiencia de mi vida
En este ensayo autobiográfico sustentaré la idea, mis quince años
como la mejor experiencia de mi vida, pues culturalmente en este país es la etapa
más significativa del transcurso de niña a mujer. Para defender el pensamiento
desarrollaré argumentos en torno a cada suceso que se llevó a cabo para
celebrar mi cumpleaños.
Siete de junio del 2012. Por
fin esta hermosa etapa… mis quince años. En la
actualidad la sociedad latinoamericana
tiende a celebrar los 15° cumpleaños de una jovencita. Esto no solo como una
fiesta, sino que es una marca de transición de un rol social, niña – mujer y lo que esto conlleva. Sin
embargo, encontramos en el mundo cantidad
de religiones que tienden a tener diferentes razones para tal
celebración. Podemos referirnos en este caso a Los Toltecas y los mayas, expone
Pedro Herrasti de la ARQUIDIOCESIS PRIMADA DE MÉXICO, que
tenían desde antes de la conquista la tradición de no considerar mujer a una
jovencita hasta que llegara a sus quince años y era allí donde se desarrollaba
físicamente para presentarlas ante la tribu como una fuerza vital de vida ya
que eran aptas para ser madres. En mi caso, eran las cuatro y media de la madrugada cuando vi a mi
familia, mis cuatro hermanas y mis papás, entran a mi habitación cantando y con un
pequeño pastel con velas del número quince. En ese momento sentí mucha
nostalgia, alegría y nervios. La verdad, no sé ¡Cómo describir ese momento! Tenía
claro que iba a ser un gran día y que muchas personas estarían en la espera de
una gran sorpresa para mí. No sabía nada, presentía, pues mi mamá actuaba de
manera muy extraña y se traía algo entre manos con mi familia.
Esa
mañana, se me estaba haciendo tarde para el colegio, me levanté rápido y me
arreglé. Cuando salí de la habitación vi un desayuno delicioso en la mesa del
comedor, segunda sorpresa de mamá; digo “sorpresa” porque para mí, el estar en
la mesa con mi familia, compartiendo, tiene un gran significado personal, además,
según un artículo de la página ¡MUJER,
de Batanga Media, compañía independiente de medios y contenidos de información
digital, expone que, “el compartir en la mesa familiar está relacionado con
la estabilidad en la adolescencia ya que permiten crear un sentido de
pertenencia y confianza mutua entre la persona y la familia, mejora las
habilidades comunicativas y la manera de expresar las opiniones de modo
respetuoso; brinda el espacio para realizar una discusión de tipo intelectual y
moral.” Es
por esto que desayuné con mi familia entre
risas y afanes, pues a todos se nos hacía tarde, aún así disfrutamos de un gran
desayuno. Después de un rato sonó el citófono y no alcanzamos a bajar, la ruta
nos dejó a mi hermana y a mí. Corrimos para no tener retardo en el colegio pero
igual llegamos finalizando la primera hora de clase. Cuando entré al salón
nadie me decía nada, me saludaron normal y no vi nada por ningún lado. Al
inicio de la segunda clase, mi grupo de
amigas dijeron que yo estaba de cumpleaños y
en ese momento me cantaron el cumpleaños. Sin embargo, sentía con cierta
indiferencia a varias de mis amigas. Por un momento me sentí con rabia.
Llegó
medio día. Fui a almorzar al restaurante con tres amigas que también tenían el
servicio de restaurante; mis otras amigas se fueron sin decirme nada. Ya estaba
finalizando el día, así que ya no esperaba algún detalle. Terminé de almorzar y
una de las niñas con las que estaba me dijo que fuéramos a hacer un trabajo. Cuando
íbamos llegando, alcancé a ver globos en la parte de atrás de un salón, así que
solté la risa y ya todas lo notaron; me puse muy feliz. Todo estaba súper lindo,
me habían decorado el pasillo de unos salones con globos, serpentinas y fotos
de nuestro grupo. Me dieron regalos entre ellas y pequeños detalles de otras
compañeras. Terminé el día en colegio muy bien.
En
la noche estaba en casa haciendo trabajos, cuando llamó mi mamá y me
dijo que me esperaba en casa de mi abuela. Me arreglé, organicé a mi
hermanita y salimos junto con mis otras dos hermanas. Llegamos a casa de mi
abuela, estaban mis tías y mis primos maternos. Esa noche cenamos, cantamos y
finalmente soplé la vela; durante la noche escuché música, eran mariachis, la
gran sorpresa de la noche (el regalo de mi abuela). Nos dieron las doce de la
noche allá y evidentemente al otro día, viernes, no fui al colegio.
Era
sábado en la mañana. Mi mamá me despertó
temprano para ir a comprar ropa, no sabía ¿por qué lo hacía?, pero yo estaba
feliz con el solo hecho de ir juntas de compras. En la tarde llegamos a las
casa de mi papá y me sorprendí porque cuando entré había mucha gente, mis
familiares por parte de mi papá, en un asado. No sabía por qué todos estaban
allí, no me habían dicho nada. Mi mamá se devolvió al carro, bajó las bolsas de él y me dijo: “vamos para que te cambies”. Ella también se
cambió, nos arreglamos las dos y bajamos. Ahí me saludaron diferente, me
empezaron a felicitar por mis quince años y entendí el motivo de la
reunión.
Me sirvieron el almuerzo y el postre fue la torta. Mi familia estaba feliz, unos tomando, bailando, atendiendo, cocinando y en sí, pasando un rato espectacular. Llegó la noche. Entré canción y canción, todo cambió en un momento cuando escucho mariachis de nuevo, ¡no podía de la felicidad! en serio se habían esforzado mucho todos para hacerme mucho más feliz; ingresaron con un ramo grande de rosas rojas era hermoso, fue la primera vez que me dieron flores. Estaban cantando cuando queda todo en silencio de un momento a otro y me entregan una bolsa con un sobre. Abrí el sobre frente a todos y era una constancia de viaje con la descripción de un tour de quinceañeras; empecé a leer: “Persona: De tus padres, A nombre de: Emily Dayana Jara Ortiz, Descripción del bono: Viaje de quinceañera a SURAMERICA, Visitando: Buenos Aires, Cataratas de Iguazú, Rio de Janeiro, Montevideo, Punta del Este, El Calafate. Argentina, Uruguay - Patagonia - Brasil.” Al terminar, con lágrimas en la cara, no sabía qué decir, solo lloraba; mi papá en ese momento tomó el micrófono y empezó a hablar, a darles gracias a todos por hacer posible ese momento para mí, a contar cómo había sido mi recorrido hasta los quince años. Hermosos mis papas y mi padrastro hablando de esto. Finalmente terminó la noche con palabra de agradecimiento a Dios, a mis padres y con las últimas canciones de los mariachis.
Me sirvieron el almuerzo y el postre fue la torta. Mi familia estaba feliz, unos tomando, bailando, atendiendo, cocinando y en sí, pasando un rato espectacular. Llegó la noche. Entré canción y canción, todo cambió en un momento cuando escucho mariachis de nuevo, ¡no podía de la felicidad! en serio se habían esforzado mucho todos para hacerme mucho más feliz; ingresaron con un ramo grande de rosas rojas era hermoso, fue la primera vez que me dieron flores. Estaban cantando cuando queda todo en silencio de un momento a otro y me entregan una bolsa con un sobre. Abrí el sobre frente a todos y era una constancia de viaje con la descripción de un tour de quinceañeras; empecé a leer: “Persona: De tus padres, A nombre de: Emily Dayana Jara Ortiz, Descripción del bono: Viaje de quinceañera a SURAMERICA, Visitando: Buenos Aires, Cataratas de Iguazú, Rio de Janeiro, Montevideo, Punta del Este, El Calafate. Argentina, Uruguay - Patagonia - Brasil.” Al terminar, con lágrimas en la cara, no sabía qué decir, solo lloraba; mi papá en ese momento tomó el micrófono y empezó a hablar, a darles gracias a todos por hacer posible ese momento para mí, a contar cómo había sido mi recorrido hasta los quince años. Hermosos mis papas y mi padrastro hablando de esto. Finalmente terminó la noche con palabra de agradecimiento a Dios, a mis padres y con las últimas canciones de los mariachis.
Después
de estas reuniones familiares, empezaron las preparaciones para el viaje en
diciembre. Lo primero fue un sábado, en octubre, en donde reunieron a todas las
quinceañeras del país que viajan en diciembre a los diferentes destinos de la
agencia para explicar y dar tips para la fiesta de gala, el tour y
el crucero. En cuanto a la fiesta, explicaban cómo debía ser el vestido para
que cumplieran ciertos requisitos, recomendaciones de diseñadoras de vestidos
de gala, coctel y para los de baño; también aclaraciones de la cantidad
de personas que podían ir. Para el viaje, recomendaciones de vacunas, ropa
según los diferentes climas, cantidad de dinero recomendado para compras, y para
el crucero, cómo debía ser la vestimenta para las distintas cenas dentro del barco. Terminando la reunión nos presentamos con las niñas que
teníamos el mismo destino, para hacer amistad antes del viaje.
El
16 de noviembre fue el siguiente evento, la fiesta de quince, en el hotel
Sheraton. Asistí al colegio solo en la mañana, ya que pretendía ir a la jornada
normal, pero tenía mucha ansiedad y no lograba concentrarme en las clases,
entonces, mi mamá me recogió en el colegio a medio día. Después de esto, fuimos
a recoger el vestido porque faltaban mínimos detalles. De ahí, llegue a dormir
para poder descansar un rato. Me desperté a las 4 de la tarde y llegó la
estilista para arreglarnos; terminamos de organizarnos casi a las siete p.m. Luego, salimos
al hotel a encontrarnos con familia. Estuvimos unidos mis cinco hermanos, mis
papas y mis padrastros, disfrutando de la gran fiesta.
Finalizando
el año, el más importante y esperado momento de mi vida llegó, mi gran viaje
por Suramérica. Este viaje empezó el 7 de diciembre en el aeropuerto de Buenos
aires, a las diez de la mañana, donde me encontré de nuevo con el grupo de
quinceañeras, felices, emocionadas y encantadas, pero, lo más importante,
agradecidas con Dios por darnos esa oportunidad tan maravillosa en nuestras
vidas. Sin embargo, este viaje, como
todo, tenía su final, llegó el 22 de diciembre, en Bogotá a las 6 de la tarde
donde me despedía con gran nostalgia de mis grandes compañeras de esta tan
maravillosa experiencia.
Reescritura:
La mejor experiencia de mi vida
En este ensayo autobiográfico sustentaré la idea,
mis quince años como la mejor experiencia de mi vida, pues culturalmente en
este país es la etapa más significativa del transcurso de niña a mujer. Para defender
el pensamiento desarrollaré argumentos en torno a cada suceso que se llevó a cabo
para celebrar mi cumpleaños.
Empecemos con el día siete de junio del 2012. Por
esa hermosa etapa… mis quince años. En la actualidad la sociedad latinoamericana tiende a celebrar
los 15° cumpleaños de una jovencita. Esto no solo como una fiesta, sino que es
una marca de transición de un rol social,
niña – mujer y lo que esto conlleva. Sin embargo, encontramos en el
mundo cantidad de religiones que tienden
a tener diferentes razones para tal celebración. Podemos referirnos en este
caso a Los Toltecas y los mayas, expone Pedro
Herrasti de la ARQUIDIOCESIS PRIMADA
DE MÉXICO, que tenían desde antes de la conquista la tradición de no
considerar mujer a una jovencita hasta que llegara a sus quince años y era allí
donde se desarrollaba físicamente para presentarlas ante la tribu como una
fuerza vital de vida ya que eran aptas para ser madres. Acá podemos identificar
la diferencia de las festividades entre culturas pues en
mi caso comienza así. Eran las cuatro y media
de la madrugada cuando vi a mi familia, mis cuatro hermanas y mis papás, entran
a mi habitación cantando y con un pequeño pastel con velas del número
quince. En ese momento sentí mucha nostalgia, alegría y nervios. La verdad, no
sé ¡Cómo describir ese momento! Tenía claro que iba a ser un gran día y que
muchas personas estarían en la espera de una gran sorpresa para mí. No sabía
nada, presentía, pues mi mamá actuaba de manera muy extraña y se traía algo
entre manos con mi familia.
Luego en la mañana,
se me estaba haciendo tarde para el colegio, me levanté rápido y me arreglé. Cuando
salí de la habitación vi un desayuno delicioso en la mesa del comedor, segunda
sorpresa de mamá; digo “sorpresa” porque para mí, el estar en la mesa con mi
familia, compartiendo, tiene un gran significado personal, además, según un artículo de la página ¡MUJER,
de Batanga Media, compañía independiente de medios y contenidos de información
digital, expone que, “el compartir en la mesa familiar está relacionado con
la estabilidad en la adolescencia ya que permiten crear un sentido de
pertenencia y confianza mutua entre la persona y la familia, mejora las
habilidades comunicativas y la manera de expresar las opiniones de modo
respetuoso; brinda el espacio para realizar una discusión de tipo intelectual y
moral.” Es
por esto que disfruté el desayuno con mi familia
entre risas y afanes, pues a todos se nos hacía tarde, aun así aprovechamos de
un gran desayuno. Después de un rato sonó el citófono y no alcanzamos a bajar, la
ruta nos dejó a mi hermana y a mí. Corrimos para no tener retardo en el colegio
pero igual llegamos finalizando la primera hora de clase. Cuando entré al salón
nadie me decía nada, me saludaron normal y no vi nada por ningún lado. Al
inicio de la segunda clase, mi grupo de
amigas dijeron que yo estaba de cumpleaños y
en ese momento me cantaron el cumpleaños. Sin embargo, sentía con cierta
indiferencia a varias de mis amigas. Por un momento me sentí con rabia.
Llegó medio día. Fui a almorzar al restaurante con tres
amigas que también tenían el servicio de restaurante; mis otras amigas se
fueron sin decirme nada. Ya estaba finalizando el día, así que ya no esperaba
algún detalle. Terminé de almorzar y una de las niñas con las que estaba me
dijo que fuéramos a hacer un trabajo. Cuando íbamos llegando, alcancé a ver
globos en la parte de atrás de un salón, así que solté la risa y ya todas lo
notaron; me puse muy feliz. Todo estaba súper lindo, me habían decorado el
pasillo de unos salones con globos, serpentinas y fotos de nuestro grupo. Me
dieron regalos entre ellas y pequeños detalles de otras compañeras. Terminé el
día en colegio muy bien.
En la noche estaba en casa haciendo trabajos, cuando llamó
mi mamá y me dijo que me esperaba en casa de mi abuela. Me arreglé, organicé
a mi hermanita y salimos junto con mis otras dos hermanas. Llegamos a casa de
mi abuela, estaban mis tías y mis primos maternos. Esa noche cenamos, cantamos
y finalmente soplé la vela; durante la noche escuché música, eran mariachis, la
gran sorpresa de la noche (el regalo de mi abuela), pues esto “Tras muchas décadas se ha vuelto como un ritual, el disfrutar de mariachis con una serenata en
casa de la quinceañera a la madrugada de su cumpleaños, en el que se
interpretan "las mañanitas" en
lo común y temas alusivos al "paso de niña a mujer" que ese día
vivirá; a este evento asisten los familiares y amigos más cercanos.” Aunque
esto se espera que sea así, mis abuelos decidieron
hacerlo en su casa y en la noche; nos dieron
las doce de la noche allá y evidentemente al otro día, viernes, no fui al
colegio.
Era sábado en la mañana.
Mi mamá me despertó temprano para ir a comprar ropa, no sabía ¿por qué lo hacía?,
pero yo estaba feliz con el solo hecho de ir juntas de compras. En la tarde
llegamos a las casa de mi papá y me sorprendí porque cuando entré había
mucha gente, mis familiares por parte de mi papá, en un asado. No sabía por qué
todos estaban allí, no me habían dicho nada. Mi mamá se devolvió al carro, bajó las bolsas de él y me dijo: “vamos para que te cambies”. Ella también se
cambió, nos arreglamos las dos y bajamos. Ahí me saludaron diferente, me
empezaron a felicitar por mis quince años y entendí el motivo de la
reunión.
Me sirvieron el almuerzo y el postre fue la torta. Mi
familia estaba feliz, unos tomando, bailando, atendiendo, cocinando y en sí,
pasando un rato espectacular. Llegó la noche. Entré canción y canción, todo
cambió en un momento cuando escucho mariachis de nuevo, ¡no podía de la felicidad! en serio se habían esforzado
mucho todos para hacerme mucho más feliz; ingresaron con un ramo grande de
rosas rojas era hermoso, fue la primera vez que me dieron flores. Estaban
cantando cuando queda todo en silencio de un momento a otro y me entregan una
bolsa con un sobre. Abrí el sobre frente a todos y era una constancia de viaje
con la descripción de un tour de quinceañeras; empecé a leer: “Persona: De tus padres, A nombre de: Emily
Dayana Jara Ortiz, Descripción del bono: Viaje de quinceañera a SURAMERICA,
Visitando: Buenos Aires, Cataratas de Iguazú, Rio de Janeiro, Montevideo, Punta
del Este, El Calafate. Argentina, Uruguay - Patagonia - Brasil.” Al
terminar, con lágrimas en la cara, no sabía qué decir, solo lloraba; mi papá en
ese momento tomó el micrófono y empezó a hablar, a darles gracias a todos por
hacer posible ese momento para mí, a contar cómo había sido mi recorrido hasta
los quince años. Hermosos mis papas y mi padrastro hablando de esto. Finalmente
terminó la noche con palabra de agradecimiento a Dios, a mis padres y con las
últimas canciones de los mariachis.
Para continuar con el discurso, después de estas reuniones
familiares, empezaron las preparaciones para el viaje en diciembre. Lo primero
fue un sábado, en octubre, en donde reunieron a todas las quinceañeras del país
que viajan en diciembre a los diferentes destinos de la agencia para
explicar y dar tips para la fiesta de gala, el tour y el crucero. En
cuanto a la fiesta, explicaban cómo debía ser el vestido para que cumplieran
ciertos requisitos, recomendaciones de diseñadoras de vestidos de gala, coctel
y para los de baño; también aclaraciones de la cantidad de personas que
podían ir. Para el viaje, recomendaciones de vacunas, ropa según los diferentes
climas, cantidad de dinero recomendado para compras, y para el crucero, cómo
debía ser la vestimenta para las distintas cenas dentro del barco. Terminando
la reunión nos presentamos con las niñas que teníamos el mismo destino, para
hacer amistad antes del viaje.
El 16 de noviembre fue el siguiente evento, la fiesta de quince,
en el hotel Sheraton. Asistí al colegio solo en la mañana, ya que pretendía ir
a la jornada normal, pero tenía mucha ansiedad y no lograba concentrarme en las
clases, entonces, mi mamá me recogió en el colegio a medio día. Después de
esto, fuimos a recoger el vestido porque faltaban mínimos detalles. De ahí,
llegue a dormir para poder descansar un rato. Me desperté a las 4 de la tarde y
llegó la estilista para arreglarnos; terminamos de organizarnos casi a las
siete p.m.
Luego, salimos al hotel a encontrarnos con familia. Estuvimos unidos mis cinco
hermanos, mis papas y mis padrastros, disfrutando de la gran fiesta. Podemos
evidencias que En este país y en Latinoamérica,
“la importancia de la celebración de quince años para
una familia no puede ser subestimada. Cada familia con la que he platicado
afirma que es algo muy importante en la vida de una joven que se convierte en
mujer. Las familias latinas tienen presente su rica herencia, y la celebración
de quince años se encuentra entre los acontecimientos más significativos y
hermosos, señala Frank Hernández del restaurante Raja en Hayward (México),
lugar donde celebran los quince años de sus hijas multitudes de familias del
mundo.
Para finalizar el discurso, llegó el más importante y
esperado momento de mi vida llegó, mi gran viaje por Suramérica. Este viaje
empezó el 7 de diciembre en el aeropuerto de Buenos aires, a las diez de la
mañana, donde me encontré de nuevo con el grupo de quinceañeras, felices,
emocionadas y encantadas, pero, lo más importante, agradecidas con Dios por
darnos esa oportunidad tan maravillosa en nuestras vidas. Sin embargo, este
viaje, como todo, tenía su final, llegó
el 22 de diciembre, en Bogotá a las 6 de la tarde donde me despedía con gran
nostalgia de mis grandes compañeras de esta tan maravillosa experiencia.
Ensayo final:
La
mejor experiencia de mi vida
En este ensayo autobiográfico sustentaré la idea del porqué mis
quince años han sido la mejor
experiencia de mi vida. Pues, culturalmente, en este país es la etapa más
significativa del transcurso de niña a mujer. Para defender este pensamiento
desarrollaré argumentos en torno a los sucesos para celebrar mi cumpleaños.
Cuentan Herrasti,
Guerrero y Mo
reno (1998) que, En la actualidad la sociedad latinoamericana tiende a celebrar los 15° cumpleaños de una jovencita. Esto no solo como una fiesta, sino que es una marca de transición de un rol social, niña – mujer y lo que esto conlleva. Sin embargo, encontramos en el mundo cantidad de religiones que tienden a tener diferentes razones para tal celebración. Podemos referirnos en este caso a Los Toltecas y los mayas, que tenían desde antes de la conquista la tradición de no considerar mujer a una jovencita hasta que llegara a sus quince años y era allí donde se desarrollaba físicamente para presentarlas ante la tribu como una fuerza vital de vida ya que eran aptas para ser madres.
reno (1998) que, En la actualidad la sociedad latinoamericana tiende a celebrar los 15° cumpleaños de una jovencita. Esto no solo como una fiesta, sino que es una marca de transición de un rol social, niña – mujer y lo que esto conlleva. Sin embargo, encontramos en el mundo cantidad de religiones que tienden a tener diferentes razones para tal celebración. Podemos referirnos en este caso a Los Toltecas y los mayas, que tenían desde antes de la conquista la tradición de no considerar mujer a una jovencita hasta que llegara a sus quince años y era allí donde se desarrollaba físicamente para presentarlas ante la tribu como una fuerza vital de vida ya que eran aptas para ser madres.
Como
se expuso anteriormente podemos identificar la diferencia de las festividades
entre culturas, pues en mi caso comienza así. Era
siete de junio del 2012, por fin esa hermosa etapa, mis quince años. Cuatro y
media de la madrugada cuando vi a mi familia, mis cuatro hermanas y mis papás, entran
a mi habitación cantando y con un pequeño pastel con velas; En ese momento
sentí mucha nostalgia, alegría y nervios. La verdad, ¡No sé cómo describir ese
momento! Tenía claro que iba a ser un gran día y que muchas personas estarían
en la espera de una gran sorpresa para mí. No sabía nada, presentía, pues mi
mamá actuaba de manera muy extraña y se traía algo entre manos con mi familia.
Luego
en la mañana, se me estaba haciendo tarde para el colegio, me levanté rápido y
me arreglé. Cuando salí de la habitación vi un desayuno delicioso en la mesa
del comedor, segunda sorpresa de mamá; digo “sorpresa” porque, para mí, el
estar en la mesa con mi familia, compartiendo, tiene un gran significado
personal. Además, www.¡mujer.com (2016) expone en esta página que el compartir en la mesa familiar está relacionado con la
estabilidad en la adolescencia ya que permiten crear un sentido de pertenencia
y confianza mutua entre la persona y la familia. Mejora las habilidades
comunicativas y la manera de expresar las opiniones de modo respetuoso, brinda
el espacio para realizar una discusión de tipo intelectual y moral. Es
por esto, que disfruté el desayuno con mi familia entre risas y afanes. A pesar
que a todos se nos hacía tarde pero aun así aprovechamos de un gran desayuno.
Después de un rato sonó el citófono y no alcanzamos a bajar, la ruta nos dejó a
mi hermana y a mí. Corrimos para no tener retardo en el colegio, pero, igual
llegamos finalizando la primera hora de clase. Cuando entré al salón, nadie me
decía nada, me saludaron normal y no vi nada por ningún lado. Al inicio de la
segunda clase, mi grupo de amigas dijeron que yo estaba de cumpleaños y en ese momento me cantaron el cumpleaños. Sin
embargo, sentía con cierta indiferencia a varias de mis amigas. Por un momento
me sentí con rabia.
Llegó
medio día. Fui a almorzar al restaurante con tres amigas que también tenían el
servicio de restaurante; mis otras amigas se fueron sin decirme nada. Ya estaba
finalizando el día, así que ya no esperaba algún detalle. Terminé de almorzar y
una de las niñas con las que estaba me dijo que fuéramos a hacer un trabajo. Cuando
íbamos llegando, alcancé a ver globos en la parte de atrás de un salón, así que
solté la risa y ya todas lo notaron; me puse muy feliz. Todo estaba súper lindo,
me habían decorado el pasillo de unos salones con globos, serpentinas y fotos
de nuestro grupo. Me dieron regalos entre ellas y pequeños detalles de otras
compañeras. Terminé el día en colegio muy bien.
En la
noche mientras hacía trabajos, llamó mi mamá. Me dijo que me esperaba en
casa de mi abuela. Me arreglé, organicé a mi hermana y salimos junto con mis
otras dos hermanas mayores. Llegamos a casa de mi abuela, estaban mis tías y
mis primos maternos. Esa noche cenamos, cantamos y finalmente soplé la vela;
durante la noche escuché música, la gran sorpresa, eran mariachis (el regalo de
mi abuela). Al respecto, www.wikipedia.com (2016) dice que, durante muchas décadas se ha vuelto
como un ritual. El disfrutar de mariachis con una serenata en casa de la
quinceañera a la madrugada de su cumpleaños, en el que se interpretan "las mañanitas" y
temas alusivos al "paso de niña a mujer" que ese día vivirá. A este
evento suelen asistir los familiares y amigos más cercanos. Aunque esto se espera que sea así, mis abuelos decidieron
hacerlo en su casa y en la noche. Nos dieron las doce de la noche allá y evidentemente
al otro día, viernes, no fui al colegio.
Era
sábado en la mañana. Mi mamá me despertó
temprano para ir a comprar ropa, no sabía ¿por qué lo hacía?, pero yo estaba
feliz con el solo hecho de ir juntas de compras. En la tarde llegamos a las
casa de mi papá y me sorprendí porque cuando entré había mucha gente, mis
familiares por parte de mi papá, en un asado. No sabía por qué todos estaban
allí, no me habían dicho nada. Mi mamá se devolvió al carro, bajó las bolsas de él y me dijo: “vamos para que te cambies”. Ella también se
cambió, nos arreglamos las dos y bajamos. Ahí me saludaron diferente, me
empezaron a felicitar por mis quince años y entendí el motivo de la
reunión.
Me
sirvieron el almuerzo y el postre fue la torta. Mi familia estaba feliz, unos
tomando, bailando, atendiendo, cocinando y en sí, pasando un rato espectacular.
Llegó la noche. Entré canción y canción, todo cambió en un momento cuando
escucho mariachis de nuevo, ¡no podía de la felicidad! en serio se habían
esforzado mucho todos para hacerme mucho más feliz; ingresaron con un ramo grande
de rosas rojas era hermoso, fue la primera vez que me dieron flores. Estaban
cantando cuando queda todo en silencio de un momento a otro y me entregan una
bolsa con un sobre. Abrí el sobre frente a todos y era una constancia de viaje
con la descripción de un tour de quinceañeras; empecé a leer: “Persona: De tus padres, A nombre de: Emily Dayana
Jara Ortiz, Descripción del bono: Viaje de quinceañera a SURAMERICA, Visitando:
Buenos Aires, Cataratas de Iguazú, Rio de Janeiro, Montevideo, Punta del Este,
El Calafate. Argentina, Uruguay - Patagonia - Brasil.” Al terminar, con
lágrimas en la cara, no sabía qué decir, solo lloraba; mi papá en ese momento
tomó el micrófono y empezó a hablar, a darles gracias a todos por hacer posible
ese momento para mí, a contar cómo había sido mi recorrido hasta los
quince años. Hermosos mis papas y mi padrastro hablando de esto. Finalmente
terminó la noche con palabra de agradecimiento a Dios, a mis padres y con las
últimas canciones de los mariachis.
Para
continuar con el discurso, después de estas reuniones familiares, empezaron las
preparaciones para el viaje en diciembre. Lo primero fue un sábado, en octubre,
en donde reunieron a todas las quinceañeras del país que viajan en diciembre a
los diferentes destinos de la agencia para explicar y dar tips para
la fiesta de gala, el tour y el crucero. En cuanto a la fiesta, explicaban cómo
debía ser el vestido para que cumplieran ciertos requisitos, recomendaciones de
diseñadoras de vestidos de gala, coctel y para los de baño; también
aclaraciones de la cantidad de personas que podían ir. Para el viaje,
recomendaciones de vacunas, ropa según los diferentes climas, cantidad de
dinero recomendado para compras, y para el crucero, cómo debía ser la
vestimenta para las distintas cenas dentro del barco. Terminando la reunión nos
presentamos con las niñas que teníamos el mismo destino, para hacer amistad
antes del viaje.
El 16
de noviembre fue la fiesta de quince en el hotel Sheraton. Asistí al colegio
solo en la mañana, ya que pretendía ir a la jornada normal, pero tenía mucha
ansiedad y no lograba concentrarme en las clases. Entonces, mi mamá me recogió
en el colegio a medio día. Después de esto, fuimos a recoger el vestido porque
faltaban mínimos detalles. De ahí, llegue a dormir para poder descansar un rato.
Me desperté a las 4 de la tarde y llegó la estilista para arreglarnos. Terminamos
de organizarnos casi a las siete p.m. Luego, salimos al hotel a encontrarnos con
familia. Estuvimos unidos mis cinco hermanos, mis papas y mis padrastros,
disfrutando de la gran fiesta. En Latinoamérica, este tipo de celebraciones son
de gran relevancia. Sostiene Frank, H. (17 junio 2010) que, “la celebración de quince años para una familia no puede ser
subestimada. Cada familia con la que he platicado afirma que es algo muy
importante en la vida de una joven que se convierte en mujer. Las familias
latinas tienen presente su rica herencia y la celebración de los quince años se
encuentra entre los acontecimientos más significativos y hermosos de sus vidas”.
Para
finalizar el discurso, llegó el más importante y esperado momento de mi vida
llegó, mi gran viaje por Suramérica. Este viaje empezó el 7 de diciembre en el
aeropuerto de Buenos aires, a las diez de la mañana, donde me encontré de nuevo
con el grupo de quinceañeras, felices, emocionadas y encantadas, pero, lo más
importante, agradecidas con Dios por darnos esa oportunidad tan maravillosa en
nuestras vidas. Sin embargo, este viaje,
como todo, tenía su final, llegó el 22 de diciembre, en Bogotá a las 6
de la tarde donde me despedía con gran nostalgia de mis grandes compañeras de
esta tan maravillosa experiencia.
Referencias:
Hernández, F. (2010). Quinceañera: Una tradición que
evoluciona. [Versión electrónica] Visión Hispana. Recuperado el (2016, 7 de
mayo) de: http://www.visionhispanausa.com/index.php?option=com_content&view=article&id=473:quinceanera-una-tradicion-que-evoluciona&catid=6:cultura-local&Itemid=5
La verdad católica. (1998) Quinceañera. Recuperado de: http://www.laverdadcatolica.org/quinceaera.htm
Torres, C. (2016, 5 de
mayo). Compartir la mesa con la familia tiene beneficios que no esperabas.
[Homepage]. Recuperado el (2016, 8 de mayo) de: http://www.imujer.com/gourmet/145854/compartir-la-mesa-con-la-familia-tiene-beneficios-que-no-esperabas
Wikipedia. (2016, 12 de
marzo). Fiesta de quince años en México. [Homepage]. Recuperado el (2016, 7 de
mayo) de: https://es.wikipedia.org/wiki/Fiesta_de_quince_a%C3%B1os_en_M%C3%A9xico
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